La Revolución Mexicana es uno de los acontecimientos más importantes en nuestro país, y para el foto-periodismo, ya que muchos fotoperiodistas tanto extranjeros como mexicanos se aventuraron y se unieron a este movimiento.
La documentación de la revolución abarca miles de fotografías, en donde se retrata lo cotidiano, gente común, gente que luchaba por el país, aparecían en periódicos, revistas ilustradas y películas documentales. Los líderes del movimiento revolucionario accedían a aparecer e incluso posar para los fotógrafos y que la causa fuera divulgada por todo el país.
He ahí donde nace el mito de los Casasola, quienes reconstruyeron la historia de la revolución, durante muchos años fueron llamados "los fotógrafos de la Revolución Mexicana", "Los cronistas gráficos", etc; al hacer un archivo de nombre Casasola, ya que se decía que la familia había llevado la cámara fotográficas a todos los rincones del país, unos en el norte, en el sur, noroeste y otros en la capital.
La verdad sobre este mito es que esta familia había comprado y recolectado imágenes de los múltiples fotógrafos que si cubrieron el acontecimiento, aunque hoy en día es un signo de interrogación que los Casasola sean los fotógrafos de la revolución este archivo se considera vital para la cuestión de la historia y la identidad nacional.
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